Estadios: Juventus Stadium de Turín

Normalmente, en esta sección del blog sobre los estadios del fútbol italiano, suelo ocuparme de edificios con unas cuantas décadas de historia, lo que me da pie a hablar de hechos históricos ocurridos en cada lugar, sea un scudetto de un equipillo de provincias, un partido de la España republicana o un fusilamiento de antifascistas. Hoy, sin embargo, me lo han puesto un poco más difícil. En Turín están inaugurando su nuevo templo justo ahora, 8 de septiembre de 2011, mientras escribo estas líneas, con un partido amistoso entre la Juventus y el Notts County, club inglés hoy de segunda fila que en 1903 prestó un lote de camisetas blanquinegras a la Vecchia Signora, permitiéndoles huir de la camisa rosa con corbata (sí, corbata) negra que usaban hasta entonces.

Y tiene bastante buena pinta, oigan. Construido en un plazo razonable de poco menos de tres años, caben 41.000 espectadores (una cifra razonable para la asistencia habitual de público que tienen los bianconeri), el terreno será grandecito (105x68 m) para que Del Piero y compañía no tengan queja, y además no habrá ninguna pista de atletismo que aleje a los tifosi del césped. Además, como gran novedad en Italia, el campo será propiedad del club, y no del ayuntamiento de turno; así, si la cosa se pone fea en lo económico, podrán recurrir a una solución a la española. Lo único que falla es el nombre, porque "Juventus Stadium" sólo es válido como apaño provisional.

Se dice que lo pretenden rebautizar con algún patrocinador, como suele hacerse en Alemania o últimamente en Inglaterra. Ya les vale, con la cantidad de viejas leyendas bianconere a las que se lo podrían dedicar... En todo caso, lo que dudo que hagan es recuperar el nombre "Delle Alpi", pese a que está construido en la misma parcela donde estaba el estadio anterior. Pero el frío estadio de los Alpes nunca fue del agrado de la afición juventina. En aquel coloso, construido ex profeso para el mundial de 1990, cabían más de 70.000 espectadores, capacidad adecuada para el torneo internacional pero excesiva para el equipo que tiene más aficionados en toda Italia, y que en su propia ciudad está por detrás del Torino.

El ayuntamiento tenía intención de emplear Delle Alpi también como sede para competiciones de atletismo, por lo que le puso la correspondiente pista... que nunca se usó, ya que olvidaron construir un área de calentamiento para los corredores. Como consecuencia, las localidades más alejadas, en el anillo superior, tenían una visibilidad lamentable. Igual que las más cercanas, abajo del todo, que se veían tapadas por las vallas de publicidad. Tantos inconvenientes generaban asistencias muy mediocres, en algunas ocasiones de menos de 300 personas. De hecho, nunca jamás se llenó completamente, aunque en alguna ocasión anduvo cerca (sobre todo, precisamente, en partidos del Toro).

Así, en 2006, en cuanto hubo ocasión, ambos equipos se volvieron al antiguo estadio Comunale (municipal), profundamente reformado y transformado en Olímpico para los juegos de invierno de ese mismo año. Con un matiz importante: desde 2003 la Juve, en aquellos tiempos con economía boyante, le compró al ayuntamiento los terrenos sobre los que se asentaba Delle Alpi durante los próximos 99 años. Por eso, en cuanto se han calmado las aguas del Moggigate y ha vuelto a haber dinero en la caja, no han dudado en acometer la obra. Sus rivales granates, mientras tanto, se han quedado con el Comunale-Olímpico, que utilizan bajo el nombre Grande Torino en alusión al mítico equipo de los años '40. Aunque este último sigue perteneciendo al municipio... Del Toro y sus estadios ya escribiré algún día, que hay mucha tela que cortar.

Volviendo a la nueva casa juventina, se ha hecho un pequeño gran estadio. No puede competir en capacidad ni con su predecesor ni con otros templos italianos, pero ya han visto que tampoco es que haga mucha falta. Lo que sí que tiene es un área comercial de 34.000 metros cuadrados, casi otros tantos de zonas verdes y ausencia total de barreras arquitectónicas. Está prevista la creación del Museo de la Juventus, un lugar de recuerdo a las víctimas de Heysel y un "paseo de la fama" en el que se homenajea a 50 de los jugadores más importantes de la historia del club (entre ellos, el español Luis del Sol). En toda la obra, según datos oficiales, se han gastado 105 millones de euros. De ellos, 75 los aportará el patrocinador que dé nombre a la casa (por contrato, no puede ser ni un fabricante de ropa deportiva, competencia de Nike, ni uno de coches, competencia de FIAT). Y otros dos millones y pico se los han ahorrado reciclando materiales del viejo Delle Alpi y reutilizándolos, lo que le vale a la nueva obra el título de primer estadio "eco-compatible" del mundo.

Ahora falta por ver si a los hinchas del club más laureado de Italia les gusta su casa. Me cuentan que, de momento, sí les hace ilusión que sea suya y no compartida con nadie más, algo de lo que no pueden presumir el Milan y el Inter, por ejemplo. Por cierto, el partido de inauguración, contra el Notts, acabó 1-1. Sí, es cierto que era un amistoso y que lo importante era la fiesta, pero los ingleses están en la tercera categoría de su país. Más le vale a los chicos de Antonio Conte no despistarse con tanta parafernalia...